…harto de pensar, abrió la boca y proyectó su voz hacia el exterior. Emitió un sonido ininteligible más cercano a un aullido que a la lengua de Cervantes. Era su voz y la de nadie más. Era el sonido de su orgullo y amor propio.
Hola. Esta es mi voz.
Royalle & Polar
sábado, 22 de febrero de 2014
lunes, 6 de mayo de 2013
lunes, 26 de marzo de 2012
Madame Royalle era la viuda de un escritor iracundo e insomne que escribía sobretodo de noche. Durante los años y años de relación, casi cien aunque algo menos de veinte, ella nunca pudo dormir más de dos o como mucho tres horas seguidas debido al martilleo constante de los dedos de su marido en la olivetti. Quedaba ya desvelada con los gritos y llantos histriónicos del genio intelectual ante un aparente obstáculo insuperable tanto si se le presentaba en la realidad como en la ficción.
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